11 de marzo de 2012

Cena del Club Balonmano Apóstol Santiago

Los jugadores que recibieron sus insignias de plata.
El Club Balonmano Apóstol Santiago celebró ayer su acostumbrada cena –veintiún años ya- en los Salones Las Fuentes en medio de la tradicional armonía que rezuma la entidad que preside Francisco Verdugo.


Recuerdo a José Luis Vélez.
Ciento sesenta invitados fueron testigos de un evento que se abrió con un sencillo pero emotivo homenaje a quien fuera directivo y técnico de la entidad fallecido el pasado mes de mayo, José Luis Vélez.

Consigna de la trayectoria de los equipos.
Posteriormente Verdugo enumeró la dispar trayectoria de los tres equipos federados de la entidad colegial (senior, cadete y juvenil) en esta temporada, animó a los jugadores y padres a seguir laborando por este deporte, agradeció los apoyos recibidos y lamentó que en esta campaña no se hubiese podido organizar una Liga Escolar como la del pasado año.

En el momento de los agasajos deportivos, Mauricio Gallardo, Alfonso Medina y Juan Luis Martín recibieron la insignia de plata del club de manos de las delegadas de Hacienda y Salud, Piedad Roldán y Mónica Heras y de la portavoz socialista en el Ayuntamiento, Cristina Moreno, ante las ausencias de la alcaldesa (vez primera que el primer edil falta a la cena) y del delegado de Deportes.

Placas a Montes y al colegio.

En esta ocasión las placas de reconocimiento a sus afanes en pos del balonmano recayeron en el directivo Manuel Montes y en el colegio Apóstol Santiago, que además cumple 50 años de su implantación somasca en Aranjuez. 

El expresidente Andrés Valderas y el directivo Mauricio Gallardo otorgaron la primera y el vicepresidente segundo de la Federación Madrileña de Balonmano, Juan Bautista Romero, la segunda que recibió la dirección del centro encabezada por José Luis Moreno.

Después de la cena se procedió al sorteo de regalos y a los tres bingos que rifaron 5.667 euros en premios y que dejaron de beneficio al club un montante de 2.155.

2 comentarios:

  1. Fue una cena donde la cordialidad y la simpatía de los periodistas la hizo aun más agradable. ¡hasta la próxima!

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  2. Jajaja... La compañía sí que fue buena. Y la próxima, ¡que no sea tan de tarde en tarde! :)

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