Quiero prometer y prometo
Mónica Ortega Fernández, del Club Tiro con Arco Aranjuez
Esta reflexión no es un ataque político contra nadie ni contra ningún partido, solamente es eso, una reflexión de una deportista que representa a Aranjuez, orgullosa de ello donde quiera que vaya. Arancetana de adopción pero con ganas de seguir representado a su ciudad.
Cómo
empezar… Lo haremos como un cuento porque así es como son las promesas
políticas en las últimas décadas: “cuentos”.
Erase
una vez un concejal en la oposición que antes de que ganaran las elecciones municipales
nos miró con ilusión y nos acompañaba a entregar trofeos, porque el Equipo de Gobierno
que gobernaba en aquella época estaba demasiado ocupado. Tenía Ella demasiados
compromisos para perder minutos con un club que a nadie le había preocupado ni
le preocuparía. Así que este generoso concejal, en un alarde de compasión o
ganancia de votos, durante tres meses estuvo acompañándonos. Tras estos encuentros
vinieron las promesas. El actual campeón de la Comunidad de Madrid y la subcampeona
de tiro con arco estaban contentos porque por una vez este Ayuntamiento les
prometió una carta de agradecimiento por representar a Aranjuez donde quiera
que fueran o hubieran ido a participar llevando con orgullo en su camiseta al
pueblo de Aranjuez. De esta promesa hace casi un año. Correos debe estar escaso
de personal porque las cartas nunca han llegado o será que no saben dónde
vivimos… Ah no, eso no debe ser porque para cobrar la Contribución sí que lo
saben.
Este
club al que dejo parte de mi vida en él quiere hacer cosas, grandes cosas. Quiere
hacer tiradas sociales para que arqueros de otras comunidades conozcan nuestra
ciudad… pero ¿dónde hacemos estas tiradas?, me pregunto, porque el sitio que
tenemos habilitado ¡es pequeño!.
Se nos
ocurre que en el “Cerro de los Frailes”,
del “Parnaso”, que tal es su nombre y se le pide a este concejal que
tantas promesas nos hizo realizar sólo cuatro tiradas al año, cuatro días de los
365 que tiene el año. Vaya, qué sorpresa, no se puede. Sin solución nos vamos a
los pueblos cercanos que nos acogen con los brazos abiertos y cuando nos
volvemos a reunir con él todavía tenemos que oír de su boca “¿porqué nos vamos
a otros sitios a hacer eventos?”. No lo sé, señor mío, díganoslo usted.
En el
club, eso creo, me cobran 56 euros al año. Qué bien. Pago lo mismo que otros
clubes que tienen un baño, un vestuario, un gimnasio, agua corriente… Nosotros
no tenemos nada de eso ni un simple baño para hacer nuestras necesidades. Ah
sí, una caseta. Pero qué pena, no pertenece al Ayuntamiento porque la hemos
pagado los socios del club.
Hace
un mes volvieron las promesas tras unas cartas publicadas, pero ¿qué ha pasado
con ellas? Se nos prometió un baño, sobre todo para las chicas, una llave para
utilizar una zona que se supone es común o municipal, un sitio para poder
guardar material y ahora nos contestan que tienen problemas. ¡Qué raro!
Nos
han puesto un cubo de basura, ya era hora, pero el cubo lleva tres semanas
lleno. ¿Lo tenemos que bajar hasta abajo nosotros por ese camino de cabras que
hay para llegar al club? Puede que eso esté ahora entre las obligaciones de los
socios por la nueva normativa de las instalaciones.
En
fin, desde mi modestia seguiré representando a esta ciudad. Lo hago por sus
vecinos, no por este Ayuntamiento (y da igual el partido del color que sea) que
siempre nos contarán los mismo “cuentos”, el del quiero prometer y prometo. ¿En
qué se ha quedado la lealtad de la política? Y ya en sí, de los mismos vecinos
que nos gobiernan, que aquí nos conocemos todos.
Un saludo.
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