La nueva Ley entrará en vigor en dos secuencias: ahora y tres meses después de ver la luz en el Boletín Oficial del Estado, es decir, en marzo del año que viene.
El texto sustituye al vigente desde 2015 y entre las novedades hay cambios que afectan a la circulación de los VMP, cuya convivencia con otros vehículos y con los peatones se hace necesaria regularla con claridad.
Al margen de las distintas Ordenanzas Municipales, a principios de este año se introdujeron varios cambios en el Reglamento General de Vehículos y en el de Circulación centrados en los patinetes, a los que por primera vez se les definía como vehículos. El Reglamento establecía, entre otros aspectos, un límite de velocidad de 25 km/h.
Empero, la nueva Ley de Tráfico ha elevado a categoría de Ley algunos de aquellos preceptos que contemplaba el Reglamento.
El casco es obligatorio al montar en el vehículo propio o de alquiler y para que se lleve a efecto la norma habilita a los Ayuntamiento a que lo incluyan sus Ordenanzas Municipales.
El patinete eléctrico tiene vedada la circulación por aceras, autovías, autopistas, vías interurbanas, travesías y túneles urbanos. Es decir, su ámbito es la calzada urbana o los carriles propios.
La Ley de Tráfico impone una tasa de cero alcohol para los conductores de patinetes menores de edad y al resto se aplicarán los límites establecidos (0,5 gramos por litro de sangre y 0,25 miligramos por litro de aire expirado y 0,3 gramos y 0,15 miligramos para noveles y profesionales). En cualquier caso, el conductor no podrá negarse a realizar un control de alcohol y drogas, con las mismas sanciones que el resto de conductores.
Otras prohibiciones son el uso de auriculares o móvil mientras se conduce. Además, se debe llevar alumbrado o prendas reflectantes y en el patinete sólo puede viajar el conductor.
Las multas, de hasta 200 euros, habrán de ser asumidas por los padres en caso de que el infractor sea menor de edad.
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