El Fresi-Espárrago ha caído en un abismo del que, aunque aún no se vislumbra el fondo, se adivina que será casi imposible salir. El número de participantes disminuye año a año con porcentajes impensables.
El Fresi-Espárrago se constituyó en 1984 como modelo importado de la capital del País Vasco por el concejal socialista, ex futbolista profesional y director técnico del CD Alavés Antonio Sánchez Martín.
La Delegación de Deportes, entonces dirigida por Manuel Cosgaya, y las delegaciones comarcales de la Federación Madrileña de Fútbol primero y de la de Fútbol-sala después tomaron las riendas de una competición que en sus buenos tiempos reunió a más de 1.500 deportistas de hasta 10 deportes diferentes cuando no existían ni El Pinar, Las Olivas ni el pabellón de San José de Calasanz, por citar las actuales sedes.
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| Fuente: elaboración propia a partir de los datos recogidos en estas ediciones. CLIC PARA AMPLIARLO. |
Tras unas primeras ediciones de consolidación, los primeros datos que hemos encontrado sobre el número de participantes corresponden a 1993, en el que tomaron parte 98 conjuntos, masculinos y femeninos, de todas las categorías que van de renacuajo a cadete y en diversas modalidades deportivas.
Unos años después y a falta de documentación que lo desmienta, el clásico torneo navideño escolar rompía su techo con 129 equipos. A partir de ahí y con algún repunte ocasional, el desplome es tal que en 2025 sólo se han presentado 33, un -74,41 %. Ver para creer.
Desde aquella cima, todo el camino ha sido cuesta abajo. En un lustro se dejó 49 equipos en el sendero (-37,9 %) que se recortaron a 36 una década más tarde, en 2008 (-27,9 %).
El espejismo de 2011 y 2012 (105 y 112 equipos participantes) marcó el punto de inflexión para el descenso en picado que ni siquiera un humilde aumento de 4 equipos en 2024 respecto a 2023 ha logrado frenar.
Lejanos aquellos diciembres con hasta ajedrez, voleibol y hockey entre los deportes del Fresi; del reparto de regalos a cada uno de los jugadores participantes; de los trofeos de cerámica con el logo del pintor Manuel Saavedra (autor del escudo de Aranjuez); de las entrañables camisetas de Lever y del patrocinio de las empresas concesionarias del servicio de limpieza y de recogida de basura únicamente han llegado nuevas sedes, que se han ido vaciando en sus pistas y en las gradas.
El Fresi-Espárrago, que nació como continuidad vacacional del deporte en los colegios, acabará desapareciendo más pronto que tarde como el envés de su moneda, las ligas escolares municipales. Algunas de sus causas, como ocurre también con los crosses, ya las expusimos hace unos días aquí mismo, así que ahorro al lector su repetición.
O tempora o mores, que diría el otro en latín, que hace más fino.
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