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Alex Santiago y Mario Verdugo en la meta de Vitoria. |
Dos atletas de Aranjuez, Mario Verdugo y Alex Santiago, dejaron su impronta en el Ironman de Vitoria a costa de mucho sufrimiento. Su recompensa, cruzar la meta con la sonrisa y el aplauso de los suyos.
"Ya desde muy pequeños nos proponemos desafíos que exigen una cierta dedicación y es a través de estas pruebas como cambiamos esa parte de nuestra personalidad que define cuánto estamos dispuestos a esforzarnos por alcanzar nuestras metas. La constancia es una actitud, una predisposición de ánimo en referencia a algo. Eso es lo que se necesita en gran medida, para completar la locura del Ironman", explica Alex Santiago, del Club Triatlón Tres Cantos, dispuesto a participar en su cuarto Ironman.
Así pues, para abrir boca, 3.800 metros de natación. "Aunque no hice un tiempazo" -nos comenta Mario Verdugo, del Trisport Sierra de Madrid, debutante en la prueba- "me encontré bastante bien con un ritmo constante y con muchas ganas, saliendo con 1h05´ y entre los 100 primeros de los 1.000 participantes que nos tiramos al agua".
"La natación me la tomé con tranquilidad, evitando todos los golpes posibles, abriéndome en los pasos de boyas, tomando buenos pies para reservar fuerzas. Sin grandes esfuerzos, que el día iba a ser muy largo. Al final salí del agua en 01h17´. Hice una rápida transición y tomé la bici para empezar con el siguiente reto (180 km)", cuenta Alex.
Mario expone que "después de una transición rapidita, comienzo la bici con mucha fuerza y con cabeza hasta el km 90 aproximadamente en que comienzo con problemas de calambres en los cuádriceps y tengo que empezar a aflojar (en ese momento ya estaba entre los 40 primeros y recortando)". "Los problemas se mantienen hasta los 182, cuando dejo la bici con dificultad para bajarme de ella con calambres fuertes en los femorales", recuerda.
"Aquí tenía una cuenta pendiente", dice Alex. "Era el mismo recorrido que el año pasado. Y a pesar de mi caída en la pasada edición, que me condicionó bastante, esta vez quería mejorar mi tiempo un poco más. Los entrenamientos me decían que llegaba un poco más fuerte en la bici y así lo hice. La verdad es que terminé contento con el resultado. Finalicé el segmento de bici en 5h59´".
Mientras tanto, Mario continuaba con sus problemas físicos. "En la caseta de la transición me había dejado una pastilla de sales por si acaso la necesitaba... ¡y menos mal! Pensé que podía ser mi mejor aliado en ese momento. Tuve que esperar al kilómetro 1 en el que estaba el avituallamiento para poder tomarla y ver si empezaba a mejorar muscularmente para poder afrontar la maratón con fuerza. A todo esto llegué a esta transición con 6h20´ y 5h11´en la bici estando a 10 plazas del podio".
Alex se pone crítico: "Tengo que decir a todos aquellos que no respetan la norma del drafting (ir a rueda) en competición, que si no quieren hacerlo que se retiren, pero no soporto esa actitud de ganar ventaja a toda costa. Esa gente es una tramposa. Y si a nuestro nivel de grupo de edad, sin jugarnos nada, hacemos estas cosas, lo mejor que pueden hacer es no competir. Desprestigian la prueba y la heroicidad de la distancia". Dicho queda.
Entonces aparecieron las dificultades. "Terminado el parcial de bici, tenía por delante los 42 km de carrera pie. Aparentemente cuando me bajé de la bici con las buenas sensaciones que estaba teniendo pensaba que al menos iba realizar una buena maratón. Pero no. No pude correr bien en ningún momento. Desde el primer kilómetro hasta la meta no tuve sensación de correr sino de arrastrarme. Con dolores en los bastos internos, tuve que regular para no pinchar demasiado y marcarme objetivos pequeños, como era llegar a cada avituallamiento. Lo único positivo es que no paré", asegura Alex Santiago.
Mejor no le iba a Mario. "Pensando que se pasarían los calambres y que me dejarían correr, continué con ritmo bajo los primeros 5 km. Pero pasados éstos y después de beber y beber para hidratarme no cesaban".
Alex rememora que "durante la carrera me crucé con mis dos compis de equipo, dos grandes tipos. Alfredo Arrabal, un fuera de serie. Tiene una calidad increíble, tanta o más que su calidad humana. Y el incombustible y entrañable Carlos Ramírez, que venía aquí a conquistar su 63º Ironman. Con Alfredo apenas fue un saludo y ya está. Pero con Carlos compartí algunos kilómetros, nos íbamos dando ánimos el uno al otro".
"También fue una grata sorpresa cruzarme en varias ocasiones con Mario y, al igual que ocurrió con Carlos, nos fuimos dando ánimos para terminar la prueba. Pero Mario juega en otra categoría. Felicidades".
La procesión iba por dentro. El bicampeón de los Juegos Olímpicos de Bomberos y Policías sufría. "Se me pasó muchas veces por la cabeza retirarme, ya que no podía ni trotar sólo andar. De vez en cuando trotaba algún kilómetro pero también merecía la pena terminar como fuera olvidándome de la marca prevista para mi estado de forma".
Alex dice que "al final, los últimos 10,5 km, la última vuelta, te los planteas de otra forma. Ahora vas restando kilómetros. Tu cabeza sólo piensa en que te quedan 8, 7, 6, 5... e inconscientemente resucitas y corres".
"Me daba muchas fuerzas pasar por donde estaban mi mujer, mis hijas y unos amigos que vinieron a verme. Y asi fue como logré terminar la maratón en 4h17´y pude pasar por esa línea de meta que tanto esfuerzo de entreno he tenido que hacer para llegar hasta allí", asevera Mario.
"Mi sensación después de terminar y valorar lo realizado anteriormente a la prueba es que he llegado con poco descanso y los calambres no fueron por deshidratación, sino por algo de fatiga muscular. Una pena no haber logrado esas 9 horas tan luchadas con entrenos muy duros. Pero teníamos en mente mi entrenador, Salvador Morillo, y yo que en una prueba tan larga podían surgir problemas diversos y esas 9 horas irse al garete", explica el bombero.
"No recordaba que esto fuera tan duro. Sólo a base de tener consciencia de las dificultades que salieron en carrera y adaptarme a ellas conseguí llegar a meta con una sonrisa en la cara y poder levantar los brazos una vez más", afirma el profesor de Safa.
"En esos momentos te acuerdas de todos los que han estado pendientes de ti durante todo el fin de semana y te han mandado recuerdos y deseado que todo saliera bien. No me puedo olvidar de nuestras forofas Emi y Martita, que estuvieron al pie del cañón aguantado esta locura que se nos ha pasado por la cabeza. Eso es amor. Ahí estaba de nuevo, en la alfombra azul, recibiendo el calor del público y el de Martita. Eso sí que es sentirse arropado. La pobre madrugó con nosotros, estuvo en el pantano chillando, animando, luego en la carrera colocándose en diferentes puntos para verme y al final en la meta. Gracias compi por estar, por venir. Te quiero", expresa Alex.
"Sobre todo tengo que agradecer a toda la gente que ha estado conmigo. En primer lugar a mi mujer y a mis hijas, Laura y Nerea, por su apoyo constante, a mis padres y hermanos, a todos mis amigos, y a las empresas de Aranjuez que han confiado en mi y me han apoyado este reto tan importante para mi: Pelostop Aranjuez, Clínica de Fisioterapia de Aranjuez, Pinturas Arancolor, Talleres MSANZ, Dossier Moda, CD Ozono, Tabanco El Relío y CAMPEONES de Aranjuez. Seguro que se me olvida alguien, así que gracias a todos los que me seguís", relata Mario.
La tabla dice que Mario Verdugo finalizó el 187º de 789 finalistas con un tiempo global de 10h42´10" y que Alex Santiago acabó el 589º con un total de 11h49´19". La felicidad reflejada en sus rostros en la meta compensó todo el sacrificio.
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